Instrucciones para la fase uno de traducción de contenido

Los traductores convierten la información de un idioma a otro idioma. Una persona que traduce tiene que mantener un estilo natural en el idioma de destino y transmitir el significado del texto en el idioma original. Es muy importante que el significado del texto se mantenga. Una buena traducción transfiere el significado del texto, no las palabras.

¿Qué se espera de ti como traductor?

Una traducción correcta debe tener el mismo significado que el texto original, pero debe leerse como un texto nativo y no como uno que ha sido traducido. No intentes traducir literalmente palabra por palabra. Una buena traducción natural debe sonar como si estuviera originalmente escrita en el idioma de destino. Incluso si el texto de origen es malo, las traducciones deben sonar bien en el idioma de destino. Una buena traducción debe leerse mejor que el original. Por lo tanto, se te permite introducir cambios siempre que el significado no varíe.

Consejos para traducciones:

  1. Puedes cambiar el orden de las palabras y de las frases.
    • Es el significado de las palabras y de las frases lo que importa.
  2. Aplica las correspondientes reglas gramaticales (comas, mayúsculas o minúscula), etc.
  3. Añade o elimina repeticiones en el texto, pero solo si ello consigue que suene más natural.
  4. NO borres o elimines información importante.
  5. Adapta las monedas, unidades métricas, etc., a menos que en las instrucciones se especifique respetarlas.
  6. Si el texto de origen es de mala calidad, debes intentar mejorarlo en la versión traducida.
  7. Aviso: asegúrate de que las etiquetas (si hay alguna) estén colocadas en el lugar correcto.
    • No traduzcas las etiquetas

Herramientas para traducciones

Están permitidas herramientas y software de traducción. Sin embargo, piensa en estos recursos como en herramientas que te ayudarán en la traducción y no olvides que las traducciones automáticas no están permitidas. Herramientas como Google Translate y diccionarios locales son excelentes para buscar palabras, expresiones idiomáticas y similares. Si necesitas recomendaciones sobre recursos en relación con tus idiomas, puedes consultarnos.

Traducciones legales y técnicas

Estos textos son un tanto diferentes, requiriendo una traducción más estricta.

Consejos sobre traducciones legales/técnicas:

  • Mantén la misma estructura que en el original. Puedes cambiar el orden de las palabras para que resulte más natural.
  • Lleva a cabo una investigación para asegurarte de que los términos utilizados son correctos.
  • Asegúrate de que todas las fechas, períodos de tiempo, años, nombres, empresas, etc. estén bien escritos.

Una buena traducción tiene las siguientes características:

Exactitud. A menudo vemos traducciones erróneas, frases que desaparecen y gramática incorrecta. Si una traducción está cargada de errores de traducción, mala gramática o errores ortográficos, el lector tiende a perder la confianza no solo en el documento, sino también en la empresa que lo elaboró.

Claridad. Una traducción debe ser fácilmente comprensible y estar bien escrita, sin importar cuán pobre sea el documento original. Las buenas traducciones suelen leerse mucho mejor que el texto original. Muchos escritores tienden a escribir oraciones bastante largas y complicadas. Sin embargo, una traducción debe esforzarse por presentar, siempre que sea posible, toda la información y los matices del texto original de forma clara y ordenada. Si el texto de origen contiene oraciones largas y demasiado complicadas, córtalas en la traducción.

Naturalidad. La traducción no debería parecer una traducción sino un texto original. Asegúrate de que se puede leer bien y suene como si estuviera escrito originalmente en ese idioma.

Localización

“Localización” es el término empleado para describir lo que hacemos cuando traducimos el significado de un texto. No traducimos los textos palabra por palabra. En lugar de ello, encontramos el verdadero significado del texto antes de reproducir el mismo contenido en el idioma de destino. Lo mismo se aplica al uso de la moneda, y otras medidas.

La información debe adaptarse al mercado objetivo. Esto significa excluir o readaptar referencias a artículos específicos del país, como deportes, famosos nacionales, monedas, leyes o similares.

Ejemplo: una traducción del sueco al inglés. El texto de origen habla de “casinos suecos” y “jugadores suecos”. Esto es irrelevante para el lector de habla inglesa. Aquí, hay que averiguar si el mercado objetivo es el Reino Unido, los EE. UU. o el mercado internacional, y adaptar la traducción en consecuencia. Por ejemplo: “jugadores británicos” o “casinos estadounidenses”.

Pregúntate: ¿Qué encontraría interesante un lector del país X sobre esta información/referencia?

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